La innovación de Yamaha el MWC-4.
Yamaha hace motos, y mal no le va. También quiere ser un fabricante de autos, en un futuro que no está tan lejano. Y ahora también hace cosas como el MWC-4 Concept, una especie de puente entre estos dos tipos de vehículos. Cuatro ruedas por un lado, la esencia de una moto por el otro. De eso se trata el Salón de Tokio al fin y al cabo, de innovar.
Aunque no es propiamente una fábrica de coches, Yamaha tiene cierta experiencia en el desarrollo de automóviles, y siendo una de las compañías en las que la tecnología está cada vez más presente, no resulta demasiado extraño el último anuncio de la marca de Iwata.
Desde que en 2007 apareciera el Yamaha Tesseract, un wanna be de moto con cuatro ruedas de funcionamiento independiente y capacidad para inclinarse en las curvas, los japoneses han estado tonteando con la posibilidad de crear un coche, y ahora están un paso aún más cerca. En el Tokio Motor Show la marca de los diapasones reveló el Yamaha MWC-4, un prototipo rompedor.
Con cierto aire al Renault Twizy que probamos allá por el año 2013, este concept de Yamaha cuenta con un solo asiento, parabrisas, techo fijo y ningún tipo de puerta a los costados. No hay volante, sino que lo que tenemos es un manubrio al mejor estilo motero, que tiene los frenos como en una moto y una selectora en el manillar derecho para elegir el modo de manejo. Del mismo lado hay una pequeña pantalla multimedia que parece poder conectarse con un smartphone y se usa mediante comandos por voz. Del lado izquierdo del manubrio tenemos las luces y otras funciones.
La parte ciclo se sigue componiendo de cuatro ruedas que funcionan de manera completamente independiente, cada una cuenta con suspensión propia y frenos de disco. El tren delantero equipará un sistema de dirección para darle maniobrabilidad y el trasero será el encargado de mover el conjunto gracias a la energía transmitida por un motor eléctrico ayudado por un pequeño generador de combustión para incrementar la autonomía.
Según la marca, el MWC-4 ofrecerá «las emociones de conducción de una motocicleta con una sensación de confort y control desconocido en el mundo de las dos ruedas en la mitad de tamaño de un coche».
Comparándola con el vehículo del Rombo, el prototipo japonés se ve mucho más agresivo y estrecho. Es importante remarcar que a diferencia del Twizy, este MWC-4 se inclina hacia sus lados, sin quedar perpendicular al suelo como cualquier auto. El motor corre a cuenta de un par de bloques eléctricos, aunque la marca indica que hay un pequeño motor naftero que funciona como rango extendido.
Quedamos a la espera de ver si finalmente la marca de los diapasones decide desembarcar en el mundo de los autos convencionales, este tipo de modelos sin duda alguna atraen a un gran grupo de personas ajenas a las motos ¿A ti qué te parece? ¿Te animarías a andar por San José con uno de estos?